Panamá y Costa Rica: un vicariato “joven y entusiasta” que aspira a ser una nueva Provincia en el próximo Capítulo General
- OSA Curia
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Desde el miércoles de Ceniza hasta el 21 de marzo, el consejero general para América Latina, el padre Alexander Lam OSA, realizó la visita canónica de renovación al vicariato de Santo Tomás de Villanueva de Panamá y Costa Rica.
Una visita que comprendió nueve casas, dos en Costa Rica y el resto en Panamá, en la que se pudo apreciar el vigor y entusiasmo de este vicariato que cuenta con más de 40 frailes, entre los que están en el país centroamericano y los que se encuentran fuera en servicios internacionales, y que aspira y desea convertirse en una nueva Provincia a partir del próximo Capítulo General, que tendrá lugar en Roma del 1 al 18 de septiembre de este año.
“Hay muchas expectativas, mimbres y entusiasmo de poder dar un paso adelante. Es por ello que desde el vicariato tienen el deseo de elevar esta petición al próximo Capítulo General Ordinario para poder llegar a ser una nueva Provincia, pues saben que es una oportunidad importante para seguir desarrollándose”, nos comenta el padre Lam en su regreso a Roma. A día de hoy el vicariato depende de la Provincia de San Juan de Sahagún.
En la actualidad, el vicariato cuenta con varias parroquias, un seminario y tres colegios.
“Hay un gran sentimiento de unidad y las comunidades se han ido consolidando con el paso del tiempo. Nuestros frailes son muy conscientes de que hay mucho todavía por hacer para seguir creciendo”.

Dinamizando la pastoral vocacional en medio de las dificultades
Durante los días que el padre Lam pudo estar en centroamérica, descubrió el poder de convocatoria que los frailes agustinos tienen a la hora de compartir, difundir y promocionar su forma de vida. 25 chicos participaron en un encuentro vocacional donde, en palabras del padre Lam, “a pesar de que en los últimos tiempos un grupo más o menos significativo de hermanos haya salido de la Orden, nuestros padres tienen el ímpetu y la esperanza de poder seguir adelante y han demostrado capacidad de reacción, tratando de convertir sus casas en ejes de comunidades vocacionales”; atrayendo nuevos perfiles para la vida religiosa.
En la actualidad, el seminario San Agustín, recién remozado, cuenta con cuatro chicos que “han empezado desde cero” este camino de discernimiento.
Con los laicos
Durante la Visita de Renovación, el padre Lam tuvo ocasión de estar con nueve de las fraternidades seculares, presentes en las ciudades de Chitré y Ciudad de Panamá.
“Nuestros laicos juegan un papel muy importante en la vida de la Orden. Siempre se han mostrado muy cercanos a los frailes. Han sido un soporte principalmente en las parroquias y como bienhechores del vicariato”, asegura el asistente general para América Latina. “Destaco la mucha amistad y cercanía, la pujanza de su trabajo para la expansión del carisma”.
A día de hoy, estas fraternidades andan inmersas en un trabajo de renovación estatutaria, llevado a cabo con las directrices y orientaciones de la Curia General.

Las monjas de Chitré
En la ciudad de Chitré está el Monasterio de San José. Allí, las monjas agustinas, además de atender el día a día del monasterio, se ocupan de dirigir el colegio del Buen Consejo, uno de los centros académicos más importantes del país gracias a su calidad educativa y la participación de su alumnado en distintas iniciativas.
En la actualidad, la comunidad cuenta con aproximadamente unas 17 religiosas, provenientes principalmente de Panamá, Costa Rica y Honduras.
El origen de esta fundación data de 1989, cuando un grupo de madres agustinas de Talavera de la Reina, España, se trasladaron al país panameño con el fin de extender y dar a conocer el Evangelio y compartir su estilo de vida contemplativo y su misión espiritual al servicio de la Orden. A día de hoy, frailes agustinos y monjas agustinas trabajan codo con codo en esta obra apostólica y en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario.

El largo camino a la meta
“Hay elementos que, obviamente, hay que seguir madurando, desarrollando, como la conciencia de ser una institución compacta que quiere pasar de ser un vicariato a una provincia”, apunta el padre Alexander. “Hay elementos de formalización, de una necesaria estructuración y de mayor trabajo en la gestión económica y administrativa del vicariato”.
A día de hoy, frailes panameños y ticos desarrollan su trabajo y estudios en lugares como el Monasterio del Escorial, Cuba, Roma, Praga, California o la propia OALA, lo que pone de manifiesto “la generosidad” de este vicariato a la hora de atender la misión que la Orden de San Agustín tiene en el mundo entero.
“Construir puentes para salvar vidas”
Este fue el lema del Siervo de Dios Moisés González Crespo, misionero agustino que murió ahogado al intentar cruzar a nado el río Tabasará para celebrar la Navidad en el Centro Misional de Llano Ñopo, en Tolé, Panamá, un 18 de diciembre de 1980.
Se han cumplido 45 años de este hecho que consternó a la población indígena y campesina a la que sirvió con entrega en el ejercicio de su misión pastoral.
A día de hoy, miles de personas hacen cada año esta ruta, esta caminata, que recuerda su figura y enorme legado en favor de los últimos.
