Diez años. Diez años de una historia de entrega de oración y caridad al servicio de los enfermos
De este modo se ha desempeñado la fraternidad Pia Unione di Santa Rita de Abbiategrasso durante esta década. Motivo más que suficiente para que la Orden, en las personas del Prior General, el P. Alejandro Moral, y del Consejero General para Europa del Sur, el P. Javier Pérez Barba, quisiera acompañar la celebración organizada en la iglesia del hospital de la localidad italiana en la que tiene su sede, situada a unos 25 km de Milán.
El acto principal consistió en la celebración de una Santa Misa de acción de gracias, presidida por el Prior General y concelebrada por el Asistente General y el P. Milan Hermanovsky, de la cercana comunidad de Pavía.
Antes de la Eucaristía, los asistentes se encomendaron a Santa Rita rezándole una Corona con la que pidieron su intercesión por la Orden, por las familias, por los que sufren, por la paz, por la reconciliación y por aquellos que se entregan a Dios y los hermanos.
Santa Rita: “Una guía segura para nuestras relaciones familiares”
En el día en el que se proclamaba el evangelio del Hijo Pródigo, el Padre General destacó ante los numerosos fieles allí congregados la figura de Santa Rita como “mujer misericordiosa, ejemplo de perdón y constructora de paz”. “Es una intercesora poderosa y guía segura para nuestras relaciones familiares y cotidianas”, venía a recalcar el P. Alejandro durante su homilía.
Fue al terminar la celebración eucarística cuando el prior de la fraternidad, Francesco Roccio, regaló una rosa a los socios fundadores de la Pía Unión y a los colaboradores allí congregados; además de agradecer la presencia tanto a las autoridades civiles, representadas por Roberto Albetti, concejal del ayuntamiento de Abbiategrasso, al personal del hospital, en la persona de la doctora Simonetta Stefanoni, directora de distrito, y los propios P. Alejandro y P. Javier por haber querido formar parte de este aniversario tan especial, que concluyó con la entrega de dos placas a Sonia Vignati -una de las primeras socias de la fraternidad- y a Maurizio Gadolini, viceprior de la fraternidad. Todos estos gestos como una muestra del profundo agradecimiento por el servicio y oración diaria que acometen desde hace una década en el hospital.
Un buen número de fieles aprovecharon la ocasión durante los momentos posteriores para charlar con el Padre General quien, atentamente, atendió a muchos de ellos y les dio las gracias por la gran labor de oración y caridad que lleva a cabo la Pía Unión, prometiendo volver a visitarlos en el futuro.
Tras la celebración litúrgica, hubo ocasión de compartir un almuerzo con la comunidad de miembros de la fraternidad. Una bonita ocasión para repasar estos diez años de historia y las actividades llevadas a cabo durante este tiempo.
¡Desde la Curia General deseamos que sean muchos más!
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