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Foto del escritorRicardo Morales Jiménez

La esperanza al otro lado del muro: Los agustinos de California celebran el 50 aniversario de su orfanato en Tijuana con la fiesta de cumpleaños de Maritza

Nos asomamos por un día a la vida de la Casa Hogar La Gloria, el orfanato que los agustinos de California regentan en Tijuana y que el día de Nuestra Señora de Guadalupe ha celebrado tres acontecimientos importantes en su historia: a la Virgen María, sus 50 años de existencia como centro de esperanza al otro lado de la frontera y la fiesta de los quince cumpleaños de Maritza


A los adornos, las botanas, las chelas y aleluyas que se extienden por todo el país durante el 12 de diciembre, fiesta de la guadalupana, hay que sumarle la alegría de Maritza. 


Frente al espejo, se atusa y prepara con esmero, tocándose los volantes de la falda y sonriendo al sentir su esponjosa falda de satén. 


Va a celebrar sus quince años. Lo que otrora fuera la formalidad que las familias llevaban a cabo a la hora de festejar que su hija ya estaba en edad de casarse, hoy en día perdura como parte de una tradición que quiere simbolizar, según nos cuenta Patricia Garland, Tesorera y Miembro de la Junta Directiva de Hogar Infantil, el paso a la madurez y los lazos familiares. 


Patricia lleva desde 2015 como voluntaria en esta casa que acoge a los “niños huérfanos, abusados, descuidados y abandonados de Tijuana”.  


Maritza llegó con tres años con una profunda discapacidad cognitiva. “Aunque no puede hablar, lo hace su alegría, y su capacidad de sobreponerse llegan al corazón de todos los que la conocen. Es una verdadera bendición de Dios, una inspiración, que nos enseña lecciones inestimables de perseverancia, alegría, compasión y paciencia”, nos cuenta Patricia al poco de concluir los festejos de la guadalupana. 


Una gran fiesta de aniversario 


Más de 100 personas, entre las que se encontraban antiguos colaboradores, nuevos amigos del Hogar Infantil e incluso antiguos alumnos que una vez llamaron hogar al orfanato. Estos antiguos residentes, ahora adultos, regresaron para celebrar a su «hermana» y ofrecer oraciones por su salud y felicidad. La reunión fue un poderoso testimonio de los duraderos lazos familiares que se forman en la Casa Hogar La Gloria y de la fuerza de una comunidad unida por el amor y la fe. 

Presidiendo la Misa estuvieron el padre Kirk Davis, el padre Maxime Villeneuve -capellán del St. Augustine High School de San Diego, obra benefactora del orfanato- y el hermano Arturo Rentería. 


“La vida de Maritza es un testimonio vivo del poder del cuidado, la compasión y la fe, y nos sentimos honrados de tenerla como parte de nuestra familia”. Que Nuestra Señora de Guadalupe continúe guiando y bendiciendo esta sagrada misión por muchos años más. 


La Casa Hogar La Gloria se encuentra a tan solo 6 kilómetros de Estados Unidos, donde una realidad muy distinta se aprecia al otro lado de la valla. Este hogar, tal y como reza en su página web, se erige como “un faro de esperanza y compasión” testimonio de la caridad cristiana, que traspasa fronteras, y del poder de la fe y la devoción. 

“Nuestra misión es proporcionar alimentos, refugio, atención médica, educación, desarrollo social y formación religiosa católica dentro de un ambiente seguro y amoroso”.


Se trata de una entidad mexicana sin ánimo de lucro gestionada por un consejo de líderes de la comunidad de Tijuana. La Casa Hogar La Gloria se estableció gracias a la visión y dedicación de voluntarios y al apoyo inquebrantable de la comunidad agustina de San Diego. Durante casi 50 años ha asegurado que el orfanato prospere como un santuario de cuidado y esperanza para los niños necesitados. 


La casa tiene capacidad para acoger hasta 30 niños. En la actualidad hay una docena de bebés junto a niños y niñas de hasta 13 años. Aunque algunos de los niños son huérfanos, la mayoría procede de circunstancias familiares muy difíciles, como abusos, negligencia y abandono. Desde su fundación en 1975, la Casa Hogar La Gloria ha atendido a cientos de niños, dándoles la oportunidad de sanar y crecer en un ambiente enriquecedor. 


Casa Hogar La Gloria está sostenida por una corporación sin ánimo de lucro de California que, bajo la denominación Hogar Infantil inc (501(c)(3)) recauda los fondos necesarios para sostener el orfanato. En la actualidad está gobernada por un consejo de agustinos y laicos comprometidos que se ocupan de que todas las donaciones, fuente principal de ingresos para sostener esta obra, se destinen a las necesidades operativas del orfanato. 



Un salvavidas para los niños vulnerables de Tijuana: el papel de los frailes


A través de esta estructura única de colaboración y responsabilidad compartida, la Casa Hogar La Gloria se ha convertido en mucho más que un orfanato. Es una comunidad arraigada en la fe, la compasión y el amor, que ofrece a los niños la oportunidad de recuperar sus vidas y construir un futuro mejor. 


Los frailes agustinos atienden las necesidades pastorales y espirituales al mismo tiempo que supervisan las actividades del orfanato. Los voluntarios, por su parte, contribuyen al cuidado y apoyo de los niños. 


Este hito marca la duradera asociación entre la Provincia de los Agustinos en California y este querido orfanato, que ha proporcionado refugio, educación y cuidado a innumerables niños durante décadas. 


Fundada en 1975, la Casa Hogar La Gloria comenzó con la visión de un pequeño grupo de fieles en Tijuana que buscaban crear un refugio seguro para niños huérfanos y abandonados.  Reconociendo la urgente necesidad de apoyo, estos dedicados fundadores se pusieron en contacto con los agustinos, que en ese momento estaban construyendo un complejo de viviendas para personas de bajos ingresos en San Ysidro, justo al otro lado de la frontera.  Los agustinos respondieron a la llamada, aportando su misión de servicio y su compromiso de vivir el Evangelio a este orfanato incipiente. 

Durante los últimos 50 años, la colaboración se ha convertido en un legado duradero de fe en acción. Los agustinos han proporcionado orientación espiritual, apoyo financiero y participación práctica, ayudando a la Casa Hogar La Gloria a prosperar a pesar de los muchos desafíos existentes. Desde asegurar que los niños reciban una educación hasta facilitar mejoras vitales en las instalaciones, los agustinos se han mantenido firmes en su misión de servir a los más pequeños entre nosotros. 

Te invitamos a unirte a esta increíble misión de esperanza, apoyando a los niños de Tijuana mediante una contribución al Hogar Infantil, Inc. y difundiendo la historia de la Casa Hogar La Gloria en todo el mundo. www.hogarinfantil.org


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