Del 4 al 7 de junio los hermanos agustinos de las tres comunidades de Cuba (la de la capital, la de Chambas y la de Puerto Padre) se reunieron en la “Casa Sacerdotal” de La Habana junto al Prior General de la Orden, el padre Alejandro Moral, con el objetivo de revisar el programa pastoral y social que se ha realizado durante los últimos años.
El Prior General, tal y como informa a la Oficina de Comunicación de la Curia General, ha querido dar las gracias a los hermanos agustinos de Cuba “por su misión y servicio”; invitándoles a fortalecer la vida comunitaria en momentos de adversidad. “Es en los lugares más difíciles donde más se necesita de la vida comunitaria. La vivencia de nuestro carisma de `un solo corazón y una sola alma en Dios´ nos ayuda a realizar la misión”.
Tras el análisis del informe sobre la delegación, sus oportunidades y dificultades, a cargo de su representante, el P. José Alberto, el Prior General pudo conocer al detalle la situación real de cada una de nuestras comunidades, últimamente mermadas por problemas de salud de alguno de los religiosos allí destinados.
“Tenemos claro que nuestra presencia como Orden, en el contexto actual, es muy importante en estos momentos. Queremos estar junto al pueblo”.
Una vida entera al servicio del otro
El 7 de junio de 2024, en el teatro del seminario San Carlos y San Ambrosio de la arquidiócesis de la Habana, Cuba, tuvo lugar la ceremonia de la despedida oficial de la enseñanza del P. Luciano Borg, agustino maltés.
Asistieron al evento el Prior General, la dirección del seminario, algunos profesores, los seminaristas diocesanos y religiosos. El P. Rector abrió el acto agradeciendo al P. Luciano su larga participación académica y espiritual en el seminario. Terminada esta introducción, el P. Luciano dio una charla sobre el sacerdocio en los Padres de la Iglesia y la situación cultural y religiosa que atraviesa ahora mismo el país caribeño.
Acto seguido, los seminaristas quisieron tener unas palabras de afecto hacia el P. Luciano, no solo por su enseñanza académica y dirección espiritual, sino también por su cercanía cariñosa con ellos.
Sobre el P. Luciano: el infatigable fervor por la formación superior de los seminaristas
El P. Luciano Borg nació en la isla mediterránea de Malta el 26 de diciembre de 1943. Entró en la Orden en 1960. Cursó teología en nuestro Colegio Internacional Santa Mónica en los años 1963-1967, obteniendo la licenciatura en teología por la universidad de Letrán. Después de su ordenación sacerdotal, continuó sus estudios superiores en el Instituto Superior de Filosofía de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, donde consiguió el doctorado en 1974. En septiembre de 1972 fue enviado a nuestra misión de Hipona, Argelia, donde trabajó en la pastoral y, al mismo tiempo, se sirvió de su formación académica para dar a conocer a San Agustín, su filosofía, teología y espiritualidad en Argelia y Túnez.
Durante los años 1989-2001 fue presidente de la AFA, desempeñándose en la tarea de consolidar la presencia agustiniana en África, cuidando la formación agustiniana de los profesos agustinos y de las hermanas agustinas del África francoparlante, especialmente los jóvenes.
En 2001 fue elegido Provincial de los agustinos de Malta, un ministerio que ejercitó durante ocho años. Después de haber cumplido su segundo mandato como Provincial, el Prior General en aquel entonces, P. Robert Prevost OSA, lo destinó a nuestra misión de Cuba.
El P. Luciano llegó a la Habana el 29 de julio del 2010 y se integró nada más aterrizar en el profesorado del seminario de la arquidiócesis de la Habana. De hecho, el entonces cardenal Jaime Ortega había pedido a la Orden ayuda en la formación académica de los seminaristas.
“Ha cumplido 80 años y ha enseñado en este centro durante 14 años. He visto el enorme aprecio que le tienen y cómo todos hablan estupendamente de sus clases, de sus direcciones espirituales y de su persona. Ha llevado a Dios y a San Agustín a muchas personas”, aseguraba el P. Alejandro.
Ahora que ha llegado la edad del retiro, el P. Luciano asegura en una carta que ha hecho llegar a esta Oficina que continuará su misión en la educación superior, siendo jefe de departamento de historia de la filosofía y profesor del Instituto de Humanidades; proyecto que busca tejer lazos y ampliar horizontes de una juventud universitaria formada en el “positivismo y el marxismo-leninismo”. “Tenemos la ambición de ofrecer otra mirada sobre la realidad, inspirada por los valores evangélicos y la doctrina social de la Iglesia”. A día de hoy, el Instituto, radicado donde el antiguo seminario, ya dispone de dos ciclos: bachillerato y licenciatura eclesiásticos.
Con un entusiasmo probado y un espíritu de entrega consolidado, el P. Luciano Borg, en los días de encuentro con el General, quiso hacerle llegar su disponibilidad “para continuar con la misión en Cuba”. “Estoy feliz y contento de poder ser útil a la Iglesia, a la Orden, a la Delegación agustiniana de Cuba y al pueblo cubano”.
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