El pasado 7 de noviembre nuestras monjas agustinas de Talavera de la Reina, España, tuvieron un encuentro muy especial en la Sala Clementina con el Papa Francisco. Recogemos la información compartida por Tiziana Campisi, desde Ciudad del Vaticano, para los medios oficiales de la Santa Sede
Acordándose en primer lugar de los fallecidos y afectados por las gravísimas inundaciones que afectaron a la población valenciana por las riadas de noviembre - 223 fallecidos hasta la fecha -, el Santo Padre pudo estar junto a las monjas y peregrinos desplazados a Roma en plenas celebraciones del 450 aniversario de esta comunidad monástica, fundada por San Alonso de Orozco en España, y que desde sus inicios «ha unido la vida contemplativa con el servicio de la educación cristiana».
Para esta tarea, el Papa Francisco recomendó a nuestras religiosas «tener siempre en el corazón las necesidades de los demás», recordando que hay personas “que carecen hasta de lo más básico”.
«Vosotros venís de España. En estos días estoy muy cerca de España por la tragedia de Valencia», dijo el Pontífice recordando la imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, expuesta en el escenario de la Audiencia General de los miércoles, ante la que rezó unos instantes y depositó una flor en presencia de las hermanas. «Allí están sufriendo mucho, muchísimo».
Maestras de oración
Más tarde, con rasgueos de guitarra y hablando unos minutos en español con ellas, “me alegra encontrarlas”, el Papa quedó sorprendido al ver a una nutrida representación de antiguos estudiantes del Colegio Sagrados Corazones de Talavera que quisieron acompañar a las monjas en este día tan especial. A este respecto, como ha hecho en anteriores ocasiones, el Santo Padre señaló lo importante que es para los cristianos tener a Dios como punto de referencia. “En este año dedicado a la oración, me parece un ejemplo significativo de cómo nuestro servicio y nuestro apostolado, lejos de impedirnos el encuentro con el Señor, deben nacer de Él”.
Para ello, el Papa Francisco exhortó a las monjas agustinas a «que sean siempre ejemplo de vida interior, maestras en el arte de la oración» y «para que desde la escuela, entre todos los conocimientos que se pueden transmitir a los niños, destaque la capacidad de hablar con Dios, de escucharle, de sentirle presente en todos los momentos de la vida y de acoger con docilidad sus inspiraciones».
El buen humor en la vida religiosa
Tras alertar de que la escuela termine “cocalizando” el saber y sobre la importancia de devolver la esperanza a un mundo en llamas, el Santo Padre quiso recordar lo importante que es una sonrisa, el buen humor, en la vida de fe. “No han de perder nunca el buen humor. La santidad es siempre alegre, desde las expresiones de buen humor de san Felipe Neri hasta la expresiones más prudentes y discretas del buen humor, que es la sonrisa; la sonrisa que no finge y que sale del corazón que siempre está lleno”.
La comunidad monástica de Talavera
El convento de monjas de Talavera de la Reina fue fundado el 9 de mayo de 1573 por San Alonso de Orozco, fraile de la Orden de San Agustín. En él, su hermana Francisca, piadosa mujer dedicada a las obras de caridad, que había enviudado, quiso llevar una vida de entrega total a Dios en la meditación y la oración. Desde los primeros años de la fundación, se admitió en el claustro a niñas y niños, que fueron educados según las costumbres de la época, algunos abrazando la vida religiosa y otros preparándose para el matrimonio. La comunidad monástica desarrolló el apostolado de la educación, manteniendo al mismo tiempo una intensa vida contemplativa. Hoy, a través de la labor educativa en el Colegio de los Sagrados Corazones y del trabajo pastoral en los grupos Amigos de Agustín (niños), Cor Unum (adolescentes y jóvenes), Santa Mónica (familias) y Comunidad de Madres Cristianas Santa Mónica (padres), las monjas pretenden acompañar en la búsqueda de la Verdad, caminar en una auténtica fraternidad evangélica y contribuir con su vida a la construcción de la civilización del Amor.
En próximos números nos adentraremos en su historia.